Los cachorros crecen rápidamente. Por lo tanto, no debes comprar la cama que se acomode a su tamaño actual sino una que le siga sirviendo durante todo su crecimiento.
Que la cama no sea muy grande ni muy pequeña. Podrías medir a tu perro, informarte sobre el tamaño que alcanzará cuando crezca y comprar una cama que sea un poco más grande que su tamaño normal.
Es importante que la cama pueda limpiarse con facilidad cada semana para ventilarla y evitar la proliferación de parásitos.
Si tu perro es de raza grande, necesitará una cama blanda y esponjosa. Si es de raza pequeña le será más cómoda una cama con poco relleno.
Elige pensando primero en la comodidad de tu mascota. Recién en segundo lugar evalúa el estilo, diseño original, estampados divertidos, etc.
Observa que el relleno permanezca con elasticidad y que no se compacte al poco tiempo de uso.
Busca una cama que tenga una cubierta extraíble y lavable para poder eliminar frecuentemente la suciedad y el mal olor.
Si tu perro sufre de artritis o males similares busca una cama ortopédica especial.
Ubica la cama en un lugar seguro, lejos de enchufes, cables eléctricos y de zonas de paso o expuestas al frío y la humedad.
Podrías considerar poner un par de camas en diferentes áreas de la casa. Por ejemplo, una en la sala y otra en el lugar donde suele dormir.